Procesos en acción: cómo el analista de negocio convierte “flujos” en compromiso

Muchas organizaciones enfrentan un problema tan común como difícil de resolver: los procesos se diseñan, se documentan… y luego se olvidan. Se quedan en fichas, diagramas o manuales que nunca llegan a convertirse en acción ni en verdadero cambio. Mientras tanto, la dinámica interna sigue marcada por una fragmentación silenciosa. Cada departamento opera con su propia lógica, sus herramientas, sus prioridades, y con escasa conciencia de lo que ocurre antes o después en la cadena de valor. Esta desconexión, aunque no figure en ningún organigrama, es muy real. Y sus consecuencias son palpables: tareas duplicadas, decisiones incoherentes, retrasos innecesarios, pérdida de trazabilidad y, sobre todo, una experiencia pobre para quien está al otro lado, ya sea cliente externo o interno, esperando una respuesta fluida y coordinada.

En este artículo, quiero compartir cómo el analista de negocio que trabaja desde una perspectiva de procesos, apoyado en los dominios de la guia BABOK® del International Institute of Business Analysis (IIBA), puede ser un catalizador clave para que esa formalización no se quede en un documento estático, sino que se convierta en compromiso real, en mejora continua y en transformación organizativa sostenible.