Son innumerables las ocasiones a lo largo de nuestra vida profesional en las que nos encontramos soluciones y productos que, pese a haber supuesto un despliegue casi insultante de medios y recursos, acaban aportando escaso valor al negocio, sin que logremos entender muy bien las razones que nos han llevado a semejantes situaciones.

Soluciones finales que no llegaron a estar alineadas con los objetivos o metas estratégicas, e impulsadas únicamente por la firme convicción de que estas eran lo que realmente necesitábamos, pero sin realizar en ningún momento un análisis previo que permitiera evaluar su verdadera idoneidad.

Análisis

El Analista de Negocio como nexo entre Negocio y los Directores de Proyectos

Según el último estudio anual “Pulse of the Profession 2021” realizado por el Project Management Institute a un total de 716 profesionales en la dirección de proyectos encuestados, un 40% afirma que los proyectos ejecutados por sus organizaciones en 2021, han acabado siendo proyectos fallidos.

Y no es de extrañar que las encuestas devuelvan estos números, cuando frecuentemente nos encontramos con el lanzamiento de proyectos de los que no se hacen análisis previos que, por un lado permitan evaluar con antelación si lo que creemos que necesitamos realmente resolverá nuestro problema o necesidad real, y por otro, ayuden a comparar diferentes opciones que quizás, dado el contexto y las circunstancias, permitan una mayor entrega valor con menor consumo de recursos.

En estas ocasiones, las propuestas e iniciativas suelen entrar directamente en la PMO de turno, que las pone en marcha sin que nadie más pegado a la estrategia de la compañía, con conocimiento de los objetivos marcados por esta y del correcto uso de herramientas apropiadas, “filtre”, evalúe y recomiende opciones que quizás pudieran ser mucho más interesantes y viables.

Y todos estos proyectos, posiblemente sean ejecutados y controlados con absoluta solvencia por directores de proyecto experimentados, pero que al no contar con ese apoyo continuo de una visión más cercana al negocio y sobre lo que este necesita, acaben en el cajón de los proyectos catastróficos que sirvieron para desarrollar costosas soluciones que finalmente nadie supo para que servían.

Quizás es precisamente por cosas como estas, por lo que se observa que el análisis de negocio sigue ganando interés y popularidad entre las instituciones europeas, gracias a la aplicación de conocimientos, habilidades, herramientas y técnicas que permiten:

  • Determinar mejor problemas e identificar necesidades de las organizaciones.
  • Identificar y recomendar soluciones viables para satisfacer esas necesidades.
  • Obtener, documentar y gestionar requisitos que cumplan con los objetivos empresariales.
  • Facilitar la implementación exitosa de un producto, servicio o resultado final.

El análisis de negocio es el conjunto de actividades realizadas para identificar las necesidades del negocio y recomendar soluciones relevantes; y elicitar, documentar y gestionar requisitos.

Y es que, lo que realmente nos aporta el análisis de negocios, es una forma estructurada de identificar problemas o analizar oportunidades antes de realizar una inversión. Validar, verificar y monitorizar requisitos, analizar y proponer soluciones viables, etc… siempre teniendo en cuenta aspectos clave como las capacidades existentes y necesarias, el contexto, el valor buscado y el que la solución seleccionada aportará en caso de abordar su desarrollo.

En definitiva, un mayor alineamiento entre los requisitos de las partes interesadas, las necesidades del negocio y las capacidades requeridas para operar con las soluciones desplegadas, son las que aumentan nuestras posibilidades de éxito a la hora de abordar nuestros proyectos.

La recopilación de requisitos inexactos, es una de las tres principales causas de fracaso de los proyectos, pero solo la mitad de las organizaciones cuentan con recursos necesarios para realizar la función del analista de negocio correctamente, que ayude a evitarlo.

Muchas organizaciones ya reconocen el valor del análisis de negocios como complemento a la dirección de proyectos y garantía de que estos estén siempre alineados con lo que realmente necesitan y son capaces de asumir. Es aún una disciplina con mucho recorrido en nuestro país, y quizás también en el resto de Europa, pero sinceramente creo que en los próximos años asistiremos al auténtico “boom” de su crecimiento e implantación, sobre todo cuanto comencemos a ver los resultados y los beneficios que su aplicación supone en ahorro de costes y recursos para las empresas.

Bibliografía

The PMI Guide to BUSINESS ANALYSIS (2017)
Project Management Institute, Inc.
ISBN: 978-1-62825-198-2

Pulse of the Profession 2021
Project Management Institute, Inc.

Comentarios (2)

  1. Responder

    Me ha encantado el artículo! Sin un buen análisis en el que se identifiquen los problemas y potenciales mejoras, la solución que se planteé será siempre insuficiente, incluso contraproducente.
    Enhorabuena!

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