Todos aquellos que de una forma u otra tenemos alguna función directiva, dirigimos personas de formas completamente diferentes.

En mayor o menor medida, todos conocemos los principales modelos de liderazgo existentes, e intentamos llevarlos a la práctica de la mejor forma que podemos, sabemos o que simplemente poseemos de forma innata.

silhouette of people on hill

Liderazgo situacional

Pero hoy quiero hablar de uno de los modelos de liderazgo, que para mí tiene el gran mérito de hacer de quien lo sabe poner en práctica, líder y estratega a partes iguales.

El origen de este modelo de liderazgo se encuentra en el científico y empresario Paul Hersey y el escritor Ken Blanchard. Ellos son reconocidos como los padres de la teoría del liderazgo situacional, con la que vinieron a definir un nuevo modelo de líder flexible, adaptativo y con capacidad analítica de su entorno.

Un líder situacional, tiene en cuenta el nivel de madurez de los componentes de su equipo, y adapta su estilo de liderazgo en función de cada situación, y para ello diferencia en 4 niveles de desarrollo o madurez, a cada miembro de su equipo:

  • Nivel 1: Miembro no capacitado y/o inseguro.
  • Nivel 2: Miembro con carencias pero con cierta predisposición.
  • Nivel 3: Miembro capacitado pero inseguro o sin predisposición.
  • Nivel 4: Miembro «Full Equip» ;). Capacitado, predispuesto y con confianza.

En base a estos niveles de madurez establecidos, el líder «adaptativo» no actúa de igual manera con un miembro del nivel 1 como con uno que se encuentre en un nivel 4, sino que adapta su estilo en función de donde se encuentre cada uno de ellos:

  • Liderazgo Directivo: para miembros del nivel 1, a los cuales deberá limitarse a darles ordenes y guiarles. No hay mucho mejor que pueda hacerse.
  • Liderazgo Persuasivo: para aquellos que se encuentran en un nivel 2, y a los cuales habrá que convencer y explicarles bien las cosas, para aprovechar mejor su predisposición.
  • Liderazgo Participativo: permitiendo a los miembros del nivel 3 aportar y compartir sus ideas, haciéndoles con ello participes de la toma de decisiones.
  • Liderazgo Delegador: dejando libertad de movimientos, sin prácticamente intervenir en las tareas, limitándose a observarles para tener un seguimiento de su trabajo.

Este estilo de liderazgo, que seguramente muchos ya conocéis sobradamente, es por el que intento apostar en mi vida profesional… aunque no siempre resulte fácil conseguir aplicarlo.

Al ser un modelo tan flexible, permite una muy buena adaptación al cambio, y es por esto por lo que creo que en entornos ágiles es sumamente interesante su aplicación. Llevado a cabo de forma correcta, permite consolidar ambientes de confianza, respeto y auto-gestión potentes, donde todo el mundo sale beneficiado.

En entornos tan cambiantes, en los que hoy estamos en un proyecto con unas personas determinadas y mañana en otro con otras distintas, creo que debemos potenciar la aplicación del modelo situacional.

Es cierto que llevarlo a cabo correctamente supone un esfuerzo extra, sobre todo si quieres sacar lo mejor de aquellos que se encuentran en los niveles 1 y 2. Pero si apostamos por ello, podremos llegar a conseguir que estos niveles inferiores, asciendan posiciones de auto-gestión, manteniendo la efectividad de los que ya vienen funcionando prácticamente solos, y  mejorando el rendimiento general del equipo.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *